lunes, 15 de enero de 2018

CESAR BUSTILLO

Nació en Plátanos el 21 de noviembre de 1917, a la vera del arroyo Las Conchitas. Fue el mayor de ocho hermanos. Sus padres fueron: el arquitecto Alejandro Bustillo y Blanca Ayerza, llamada por los conocidos simplemente como Cachita. Sus padres se casaron en el año 1916 y vivieron muchos años contiguos a la estación de Plátanos, en el hoy desaparecido chalet Claveles, que fue un regalo del padre de la novia, Don Alfonso Ayerza, dueño del Haras Las Hormigas, a la feliz pareja. Los hermanos se llaman: Jorge, Alejandro, Mario, Nelly, Marta, Blanca e Inés. César, Jorge y Marta Bustillo, fueron bautizados en la iglesia de Santa María de Hudson y están anotados en sus libros parroquiales.

Cesar Bustillo

Los cuatro hermanos varones, concurrían al colegio de San Salvador, en la ciudad de Buenos Aires, para lo cual, todos los días, tomaban el tren de las 8, hasta Plaza Constitución, donde los esperaba un taxi, contratado por su padre que los llevaba hasta el colegio ubicado en la calle Callao. A la tarde realizaban el viaje en sentido contrario, pero estaban autorizados a retirarse unos minutos antes, para tomar el tren de las 19.22, hasta su hogar: Plátanos.
 
Su hermano, el famoso arquitecto Alejandro Bustillo junto a su mujer Blanca Ayerza de Bustillo y sus hijos de izquierda a derecha: Alejandro Jorge y César en el barco Principessa Mafalda rumbo a Europa en 1921.
 
La estatua de la Venus de Milo en el medio del cauce del arroyo Las Conchitas. Al fondo y a la derecha se observan el chalet Los Claveles de Alejandro Bustillo.

El viaje en tren constituía un sinfín de aventuras, para estos chicos nacidos y criados en las orillas del arroyo Las Conchitas. Una de las tantas cosas que hacían, era llevar una flauta pequeña, para que su madre no se diera cuenta, y pasaban por los vagones pidiendo alguna moneda. Otra travesura era sacar el abono de segunda clase, en lugar del de primera, quedándose con la diferencia. 

En aquellos tiempos de máquinas vaporeras del Ferrocarril del Sud, se viajaba en dos tipos de vagones: de primera y segunda clase. Hoy eso ha desaparecido. Una aventura más peligrosa era jugar en el puente ferroviario sobre el arroyo cuando se acercaban alguna locomotora a vapor. Este puente ya no existe, fue reconstruido en el año 1996. Ya mayor, estudió arquitectura como su padre, en la Universidad de Buenos Aires, pero faltándole pocas materias, dejó la carrera.
 
Chalet Claveles de Alejandro Bustillo. Año 1930. Hoy totalmente demolida. Platanos. Bs.As.
Chalet Claveles de Alejandro Bustillo. Año 1930.
Platanos. Bs.As.
Su nombre figura en el diccionario de artistas plásticos de la República Argentina, en la página 64. Su obra magna, siempre desde mi punto de vista, son los frescos del Hall de entrada del Hotel Provincial de Mar del Plata, realizadas en 1948. Estas imágenes mezclan gauchos, caballos, atletas griegos y toda la fauna marítima de Mar del Plata.

Cuando se ingresa al Hotel Provincial, se puede leer sobre piedra negra el siguiente nombre: César Bustillo. Pero fue incomprendido por las autoridades de esa época y fue condenado a pintar taparrabos sobre la desnudez de su obra. Ana María de Mena, biógrafa de César, nos dice: el crítico Fernando De María dijo que ellos son los frescos más argentinos y viriles que ilustran una pared de mi patria y al verlos, Siqueiros, el consagrado muralista azteca, comentó sobre Bustillo: Qué lástima que no haya nacido en México. Una obra suya pequeña de tamaño, pero de gran significado: es la piedra blanca tallada en memoria de Guillermo Enrique Hudson, en el solar de los 25 Ombúes, Florencio Varela.

El trabajaba en una pobreza franciscana en su atelier de la calle 43, de Plátanos, con los cuidados de la familia de Gregorio Serventi, siempre prefirió a sus humildes amigos de Plátanos, entre ellos Leopoldo Herrera, y no las reuniones de la elite porteña. Cuando falleció el 7 de abril de 1969, sus restos fueron acompañados por tres hojitas de un árbol de su Plátanos natal, eran hojas de un plátanos.

Atelier de Cesar Bustillo calle 43 de Plátanos
Colocación del altorrelieve en piedra en el solar natal de Hudson en 1954. En el centro de la imagen está César Bustillo.
Bajo ese árbol, suponemos quizás, él y su novia en ese momento y luego su esposa, Celina Sere, se juraron amor eterno. De ese árbol Don Gregorio llevó tres hojitas, que acompañaron a César hasta su destino final. Este simple hecho sirvió para que su hermano Mario, le dedicara unos versos al hermano ausente.

Los murales del Hotel Provincial

Después de cinco años de hermetismo puede conocerse ahora el informe reservado sobre el "caso Bustillo", pero su publicación no terminará seguramente con la polémica inaugurada en 1948, cuando César Bustillo firmó sus murales en el hall del Hotel Provincial de Mar del Plata.

César Bustillo (saco oscuro) frente a uno de los murales que ejecutó en el año 1948
Egresadas 1958 del Instituto Santa Cecilia. Se puede observar las cortinas que tapaban los murales de Cesar Bustillo en el hall de acceso del Hotel Provincial. Foto de Alberto Lago para Fotos de Familia Diario La Capital

Pintados, repintados para ocultar púdicamente algunos desnudos que escandalizaron; sucesivamente tapados por lienzos y destapados, los seis murales que cubren alrededor de 200 metros cuadrados del también discutido hall del Provincial, seguirán encontrando pocos defensores, más dedos que acusen y también algunas opiniones neutrales que enjuician el trabajo pero se oponen a su destrucción.

Los murales de Bustillo fueron concebidos en 5 meses y ejecutados en 7. Independientemente de la opinión que merezcan esas musculaturas hipertrofiadas, esas aves infaltables, las alegorías insistentes y hasta la ubicación de alguna langosta de mar, deberá admitirse que es poco tiempo de trabajo para un juicio interminable.

Cesar Bustillo año 1962

En 1956, el gobierno de la provincia de Buenos Aires oficializó la polémica al designar una comisión encargada de dictaminar sobre los valores de la obra y su futuro. Jorge Romero Brest, Juan Ballester Peña, Héctor Basaldúa, Manuel Mujica Láinez y Julio E. Payró presentaron sus informes a partir de noviembre de 1957. Sus juicios y los juicios de Alejandro y César Bustillo, constituyeron las piezas de este expediente oficial que ahora se lanza a la luz.

Lo que sigue es una síntesis de esos documentos. Deliberadamente, se omiten de la reseña las opiniones generales sobre la psicología de los turistas, las impresiones de los expertos consultados sobre cuestiones marginales al trabajo mismo y todo aquello que no reviste un interés directo vinculado con la polémica misma.

Inexperiencia

En su informe de 2500 palabras, Julio E, Payró afirma, entre otras cosas:
• En el momento de cumplir su trabajo, César Bustillo no era un artista prominente, ni siquiera un pintor conocido a través de una larga, abundante o señalada producción. Era un joven principiante. Después de entonces no sé que haya vuelto a manifestarse, por lo menos notoriamente, como pintor.
• Ignoro por qué fue preferido a maestros consagrados como Emilio Petorutti, Lino Eneas Spilinbergo, Horacio Butler, Emilio Centurión, Jorge Soto Acebal y otros.
• César Bustillo realizó su tarea, como era de preverse, dada su juventud. con inexperiencia e inmadurez. Librado a sus recursos técnicos limitados, a la indecisión conceptual y estilística propia de sus pocos años, no parece haberse dado cuenta de la considerable responsabilidad que asumía.

Halle del Hotel Provincial de Mar del plata donde se aprecia la obra de Cesar Bustillo
Mural de Cesar Bustillo en el Hotel Provincia. Gentileza Pasqualino Marchese
• Los temas elegidos no eran apropiados para decorar ese hall. Las composiciones, el dibujo, el color, la factura misma de sus trabajos resultaron deficientes. El pintor osciló peligrosamente, en cuanto a los medios de expresión entre el formulismo académico y las exageraciones de cuño surrealista. Por un lado, figuras convencionales; por otro, monstruosas deformaciones que no se justifican por el logro defina mayor expresividad.
• La gama cromática de ocres, negros, grises, sucios rosados y verdes desagradables produce un efecto deprimente.

Mural de Cesar Bustillo en el Hotel Provincia. Gentileza Pasqualino Marchese
• Cuando se inauguró la obra, herían los sentimientos de decencia del público ciertas turgencias, harto elocuentes. Afortunadamente aquello fue ocultado posteriormente. Siguen en cambio resultando ofensivas escenas como aquella de los juegos en la playa, en que un mancebo asusta a una joven acercándole a la cara un cangrejo y al pubis una enorme langosta.
• Por todo ello, las pinturas murales de César Bustillo se sitúan, creo, en los estrados más bajos de la creación artística.
 
Obsesión del desnudo

El informe conjunto de Manuel Mujica Láinez y de Jorge Romero Brest, no es menos extenso:
• El autor creó formas alegóricas que de manera vaga se refieren al lugar o la región. Ningún turista podrá descubrir, al menos fácilmente, su sentido: 1) porque a diferencia de los hombres del siglo pasado, los de este siglo no tienen lo que podría llamarse una actitud alegórica; 2) porque se trata de alegorías herméticas, difíciles de interpretar.
• Los frescos chocan al visitante, le sorprenden y provocan que desvíe su mirada.
• El autor parece tener la obsesión del desnudo y por ello se ha valido de desnudos en cantidad, excesiva en 5 de los 6 frescos, a nuestro juicio.

Mural de Cesar Bustillo en el Hotel Provincia. Gentileza Pasqualino Marchese

• El ojo del espectador no reposa nunca a causa del permanente subir y bajar o desplazarse hacia los costados a que lo obligan las composiciones. Consecuencia: fragmentación o unidad arbitraria que finalmente provoca el rechazo de la visión por cansancio.
• Espacio inexistente, plásticamente hablando, que sólo actúa como fondo para exagerar la violencia dinámica de las figuras y hacer que parezcan mis grotescas aún. Una buena asimilación del arte de Miguel Ángel (aparte de lo anacrónico —sic— que resulta inspirarse en este genio del "cinquecento" italiano) le habría permitido sortear muchos de estos inconvenientes.
• Ningún respeto por la anatomía, se comprende, pero tampoco por la lógica de las formas.
• Dibujo: revela habilidad para plantearse difíciles problemas de movimiento, pero la línea carece en absoluto de expresión.

Mural de Cesar Bustillo en el Hotel Provincia. Gentileza Pasqualino Marchese
• Juicio de Resumen: Se ve que el autor era un hombre muy joven cuando hizo estas decoraciones y que no trepidó, por esa misma juventud, acaso, en proponerse una obra que debió exigirle, por lo menos, años de meditación y de trabajo.
El resultado es una obra que indica esfuerzo, coraje, temeridad, pero no esa conciencia artística que a pesar del error o el fracaso, puede producir satisfacción ante la obra de un hombre que se expresa.

Gusto chabacano

En pocas palabras Juan Ballester Peña produjo su informe. Después de destacar aspectos plásticos similares a los anteriores, afirma:

 
Mural de Cesar Bustillo en el Hotel Provincia. Gentileza Pasqualino Marchese
• Construcción efectista de gusto chabacano. Basta ver en "Juego en la playa" un desnudo-hombre que coloca una langosta de mar en el sexo del desnudo-mujer, para ya tener un juicio negativo. No quisiera pecar de exagerado pero esta es una de esas obras a las cuales no se le puede hacer crítica alguna, dada la carencia de materia a analizar que impide el análisis mismo.

Ciertas cualidades

En tono y sentido difiere, en cambio, el informe presentado por Héctor Basaldúa:
• Las pinturas murales, por su composición, por su dibujo y por su color, son poco adecuadas al lugar en que se encuentran, pese a que parcialmente revelan ciertas cualidades plásticas.

 
Mural de Cesar Bustillo en el Hotel Provincia. Gentileza Pasqualino Marchese

• Considero peligroso el hecho de que estimar como inadecuada a una obra signifique su destrucción (toda destrucción del fruto de un esfuerzo sano es condenable). Ello puede ser el comienzo de un camino que nadie desea.
• Creo necesaria la intervención del autor en este problema, ya que es el indicado para decidir sobre el destino de sus trabajos.

Las defensas

El 6 de agosto de 1957, el pintor Bustillo respondió al ser interrogado sobre el origen de la contratación, orden o licencia para la ejecución de los trabajos: "Fui encargado de su ejecución sin cargo alguno para la Provincia, desde luego. Fue un trabajo que hice, pues, con carácter "ad honorem". Mi padre depositó su confianza en mí".

"Ahora yo preguntaría, a mi vez: ¿qué razón tan urgente mueve al gobierno provisorio a tomar una determinación de tanta trascendencia artística? ¿Hay acaso una razón de Estado que obligue a proceder así "Manus militares" (sic) contra una obra de arte y la reputación de un artista argentino? ¿Es así como retribuye el gobierno mi generoso esfuerzo? Que esta medida fuera propiciada y aun cometida por los hombres incultos y deshonestos de la tiranía, vaya y pase, pero ¿no ha triunfado acaso con la Revolución, la legalidad, la cultura y el respeto democrático por todos los valores y derechos?".

Padre e hijo, Alejandro y César Bustillo, respondieron a las críticas en una nota extensa que fue incorporada a este expediente reservado. En síntesis, los imputados responden a cada uno de los llamados a dar su opinión:

• Informe Mujica Láinez-Brest: Llama la atención ver la firma del señor Mujica al pie del informe. Es de todos sabido que comprometió públicamente su opinión, adversa a los frescos y, por lo tanto, quedaba de hecho inhabilitado para actuar en este juicio. Otro tanto puede decirse del señor Romero Brest que hizo suyo el informe. Resumen: un estudio superficial, lleno de incongruencias y demasías (atacan también a la arquitectura ).
 • Informe Payró: Evidentemente, desmedido, injusto e imprudente, ya que condena obra y autor sin conocer su persona, su vida y su obra.
 
Jorge Romero Brest: uno de sus críticos
Mujica Lainez
Roberto J. Payro: uno de los cr{iticos de Cesar Bustillo

• Informe Ballester Peña: Según los firmantes, este informe estaría basado sobre un rechazo a la proposición del señor Ballester Peña que solicitó — afirman— autorización para pintar los murales.

Juan Antonio Ballester Peña
Hector Basaldúa
• Informe Basaldúa: El señor Basaldúa es un auténtico valor y un pintor consagrado y respetado. Su informe, como corresponde a un artista, es medido y respetuoso. No gusta de los frescos, se ve, pero respeta obra y autor. A nosotros no nos gusta, a veces, lo que pinta el señor Basaldúa, pero no dejamos de reconocer su honestidad y su condición de artista, además de su talento. Esa es la posición justa.

  Documental Cesar Bustillo
Gentileza Cultura Berazategui


Fuentes:
PRIMERA PLANA - 22 de Enero de 1963

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